NOTA DEL BLOG: como va saliendo....
DICE ARZOBISPO NORBERTO RIVERA CARRERA QUE MEXICO NO DEBE REGATEAR APOYO AL ANTITERRORISMO Y REMATA DICIENDO QUE PERTENECEMOS AL OCCIDENTE AL QUE EL ISLAM HA DECLARADO LA GUERRA
1.- MEXICO ES UN PAIS PACIFISTA QUE SIEMPRE HA DESTACADO INTERNACIONALMENTE POR SER MEDIADOR EN CONFLICTOS INTERNACIONALES AL MENOS EN AMERICA JAMÀS HA INCITADO A UNA GUERRA
2.- "ESCUCHA ARZOBISPITO DEL DR SIMIL"
EL ISLAM NO HA DECLARADO LA GUERRA A NADIE ..ESTAS HABLANDO CRIMINAL E IRRESPONSABLEMENTE ...-LOS QUE DECLARARON LA GUERRA AL OCCIDENTE SON UNA FACCION TERRORISTA MUSULMANA QUE INTERPRETAN EL ISLAM A SU MUY PARTICULAR MANERA "SON UNOS DESGRACIADOS TERRORISTAS"-
LO QUE TU DECLARAS:
EQUIVALDRÌA A DECIR QUE LOS MEXICANOS HAN DECLARADO LA GUERRA AL MUNDO PORQUE LOS ZETAS, CDG Y CDS HAN INVADIDO MEXICO Y OTROS PAISES
EQUIVALDRÌA A DECIR -QUE LOS MEXICANOS ESTAN DECLARANDO LA GUERRA AL ISLAM -SÒLO PORQUE UN IRRESPONSABLE Y ESTUPIDO ARZOBISPO MEXICANO LO DIJO -NORBERTO ESTAS MAS LOCO QUE YÒ ...SÒLO QUE YO SOY UN "CHE" PÀJARO .. -TU ERES ARZOBISPO CAÒN-
- TU DECLARACION ESTUPIDA ESTÀ INCLUYENDO A TODOS LOS MUSULMANES DEL MUNDO- INCLUYENDO A MUCHOS QUE TU CONOCES PERSONALMENTE-
-ESTAS INCITANDO A MEXICO A SER PARTICIPE DE UNA "NOVENA CRUZADA" QUE TE ESTAS SACANDO DE LA MANGA
NORBERTO RIVERA EN EL 2013 COMENTAMOS QUE ¡NO TE IMPORTABA EL PUEBLO MEXICANO QUE ESTABA SIENDO FLAGELADO POR LOS CARTELES DEL NARCO Y TU COBARDEMENTE NO HABIAS HABLADO SOBRE EL TEMA LINK
México no debe regatear apoyo antiterrorismo?: Arquidiócesis
La Arquidiócesis de México aseguró que los mexicanos “no pueden ser
insensibles ante la guerra del terrorismo”, porque “no se trata de un
conflicto entre el occidente europeo y los países islamistas.
“Nuestro país no puede regatear su apoyo a la guerra contra el terrorismo escudándose en la no intervención, púes de asumir esa postura pusilánime, tarde o temprano seremos víctimas de un terrorismo que por ahora solo vemos de lejos, pero que no imaginamos la desolación y el horror que nos puede traer”.
En el fondo, indicó el arzobispado, “se trata de un verdadero choque de culturas, más que de religiones, y nuestro país pertenece cultural e históricamente a ese occidente, al que el Islam ha declarado la guerra”.
El editorial “La violencia terrorista del Islam”, del semanario Desde la fe, mencionó que los horrendos hechos terroristas de París nuevamente vuelven a provocar una reflexión seria y profunda sobre el Islam y las miles de víctimas fatales que se han registrado en los años de lucha contra el horror “en nombre de Dios”.
Reflexión
El texto destacó que con los atentados en París, Francia, se abrió el tema para señalar algunas observaciones, “a fin de reflexionar sobre el origen del odio y la violencia en nombre de Dios, que proviene de los fundamentalistas que abrazan la más joven creencia monoteísta en la historia de la humanidad, aglutinadora de más de mil millones de personas que juran sumisión a Dios, fidelidad al Profeta y obediencia a lo que es la palabra revelada: el Corán”.
“El Islam basó su expansión en la conquista violenta que choca con la comprensión de una religión de paz: Jihad, sometimiento de los infieles, terrorismo contra los enemigos; el integrismo radical que pervierte la religión y que arroja miles de muertos, vulnerando la seguridad de cualquier Estado. Es el reflejo de lo que se llama antidemocracia del extremismo, que pone al mundo en una posición de catástrofe a resolverse con los mismos métodos. Al terrorismo cuerpo a cuerpo se le aplica una alta dosis de guerra con sofisticadas máquinas de destrucción que amplían el círculo vicioso”.
Por eso en el semanario se cuestionó: ¿cómo podemos explicar que el Islam no hunde sus raíces en la violencia, cuando vemos que sus líderes y jefes se deslindan, a regañadientes, de esos actos de barbarie diabólica y no se atreven a hacer una condena contundente?
Francia, mencionó, es un país generoso y tolerante; viven más de 5 millones de musulmanes, “¿por qué no hemos visto una marcha multitudinaria condenando sin regateos el atentado que ha llenado de luto a esa noble nación, que con tanta generosidad los ha acogido y que ha causado un dolor y una pena irreparable para las familias que perdieron a sus seres queridos?”
En el artículo de su portada “Una oración por París”, el semanario destacó que no basta rezar, al agregar que en “los 70 se pusieron de moda las canciones de protesta, y una de ellas decía repetidamente: No, no, no basta rezar. Hacen falta muchas cosas para conseguir la paz, y entre esas muchas estaba la revolución, que no trae la paz”.
Ciertamente no basta con rezar, ya lo dice el dicho: “A Dios rezando y con el mazo dando”, para “darnos a entender que Dios cuenta con nuestra acción para transformar nuestro mundo en un mundo más justo”.
También indicó que no se debe dejar de orar por el enemigo, a quien se le reconoce como un hermano, aunque sea un terrorista del Estado Islámico, por lo que exhortó a los creyentes a realizar una oración por los inocentes que murieron, sus familiares y esa ciudad que vive en terror. Asimismo por los asesinos y quienes los enviaron para que cambien sus corazones.
Libertad de expresión
El cardenal Norberto Rivera afirmó que “en esta época de separación jurídica entre la Iglesia y el Estado,” los cristianos “debemos defender la libertad de expresión y manifestar abiertamente nuestros criterios y convicciones, los cuales deberán ser escuchados dentro del sistema democrático”.
Las autoridades deberán de escuchar, no solo a los católicos, sino a otros sectores de la población, a los de otras religiones y a quienes no practican ninguna religión.
En su homilía dominical, en la Catedral Metropolitana, dijo que el Evangelio “no ha de implantarse ni defenderse como los regímenes terrenos desde el poder y la fuerza”.
El conocimiento de éste, dijo, “servirá para evitar la confusión de su reinado con cualquier régimen social, pero también nos ayudará a hacer conciencia de nuestra dignidad y de nuestros compromisos”.
“Nuestro país no puede regatear su apoyo a la guerra contra el terrorismo escudándose en la no intervención, púes de asumir esa postura pusilánime, tarde o temprano seremos víctimas de un terrorismo que por ahora solo vemos de lejos, pero que no imaginamos la desolación y el horror que nos puede traer”.
En el fondo, indicó el arzobispado, “se trata de un verdadero choque de culturas, más que de religiones, y nuestro país pertenece cultural e históricamente a ese occidente, al que el Islam ha declarado la guerra”.
El editorial “La violencia terrorista del Islam”, del semanario Desde la fe, mencionó que los horrendos hechos terroristas de París nuevamente vuelven a provocar una reflexión seria y profunda sobre el Islam y las miles de víctimas fatales que se han registrado en los años de lucha contra el horror “en nombre de Dios”.
Reflexión
El texto destacó que con los atentados en París, Francia, se abrió el tema para señalar algunas observaciones, “a fin de reflexionar sobre el origen del odio y la violencia en nombre de Dios, que proviene de los fundamentalistas que abrazan la más joven creencia monoteísta en la historia de la humanidad, aglutinadora de más de mil millones de personas que juran sumisión a Dios, fidelidad al Profeta y obediencia a lo que es la palabra revelada: el Corán”.
“El Islam basó su expansión en la conquista violenta que choca con la comprensión de una religión de paz: Jihad, sometimiento de los infieles, terrorismo contra los enemigos; el integrismo radical que pervierte la religión y que arroja miles de muertos, vulnerando la seguridad de cualquier Estado. Es el reflejo de lo que se llama antidemocracia del extremismo, que pone al mundo en una posición de catástrofe a resolverse con los mismos métodos. Al terrorismo cuerpo a cuerpo se le aplica una alta dosis de guerra con sofisticadas máquinas de destrucción que amplían el círculo vicioso”.
Por eso en el semanario se cuestionó: ¿cómo podemos explicar que el Islam no hunde sus raíces en la violencia, cuando vemos que sus líderes y jefes se deslindan, a regañadientes, de esos actos de barbarie diabólica y no se atreven a hacer una condena contundente?
Francia, mencionó, es un país generoso y tolerante; viven más de 5 millones de musulmanes, “¿por qué no hemos visto una marcha multitudinaria condenando sin regateos el atentado que ha llenado de luto a esa noble nación, que con tanta generosidad los ha acogido y que ha causado un dolor y una pena irreparable para las familias que perdieron a sus seres queridos?”
En el artículo de su portada “Una oración por París”, el semanario destacó que no basta rezar, al agregar que en “los 70 se pusieron de moda las canciones de protesta, y una de ellas decía repetidamente: No, no, no basta rezar. Hacen falta muchas cosas para conseguir la paz, y entre esas muchas estaba la revolución, que no trae la paz”.
Ciertamente no basta con rezar, ya lo dice el dicho: “A Dios rezando y con el mazo dando”, para “darnos a entender que Dios cuenta con nuestra acción para transformar nuestro mundo en un mundo más justo”.
También indicó que no se debe dejar de orar por el enemigo, a quien se le reconoce como un hermano, aunque sea un terrorista del Estado Islámico, por lo que exhortó a los creyentes a realizar una oración por los inocentes que murieron, sus familiares y esa ciudad que vive en terror. Asimismo por los asesinos y quienes los enviaron para que cambien sus corazones.
Libertad de expresión
El cardenal Norberto Rivera afirmó que “en esta época de separación jurídica entre la Iglesia y el Estado,” los cristianos “debemos defender la libertad de expresión y manifestar abiertamente nuestros criterios y convicciones, los cuales deberán ser escuchados dentro del sistema democrático”.
Las autoridades deberán de escuchar, no solo a los católicos, sino a otros sectores de la población, a los de otras religiones y a quienes no practican ninguna religión.
En su homilía dominical, en la Catedral Metropolitana, dijo que el Evangelio “no ha de implantarse ni defenderse como los regímenes terrenos desde el poder y la fuerza”.
El conocimiento de éste, dijo, “servirá para evitar la confusión de su reinado con cualquier régimen social, pero también nos ayudará a hacer conciencia de nuestra dignidad y de nuestros compromisos”.
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