NOTA DEL BLOG: ES QUE ASÌ SE LAS GASTAN LOS DEL PRI .. NO NECESITO SER ECONOMISTA PARA DECIR ÈSTO: SI PUEDEN VENDERLA A 7 PESOS EN EEUU BIEN PUEDEN HACER LOS MISMO EN MEXICO ...
Y UN EXTRA (LAS ORDEÑAS CLANDESTINAS DE GASOLINA EN MEXICO -QUE SON MILES - BENEFICIAN A CIENTOS DE NARCOGOBERNADORES PRIISTAS EN SUS ESTADOS, MILLONES DE DOLARES DE GANANCIA LIBRE DE POLVO Y PAJA
PEMEX:
ES COMO SI FUERAS LECHERO: Y AL VECINO SE LA VENDIERAS A MITAD DE PRECIO Y A TUS HIJOS Y FAMILIARES SE LAS DEJARAS CAER AL DOBLE
ASI LA TRADUCIMOS LOS MEXICANOS ...¡FUERA NARCOPRI!
Pemex
entró al mercado texano con la primera de cinco gasolineras y tuvo que
vender al precio que le compran sus clientes locales: siete pesos por
litro. Si la vende más cara, nadie entraría a su gasolinera.
En su gasolinera de Houston, Pemex vende la gasolina a siete pesos. Lo
publicó EL FINANCIERO la semana pasada. ¿Por qué tan barata allá? La
respuesta simple es porque allá sí hay un mercado y aquí hasta el
momento sólo hay un proveedor: Pemex.
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FUENTE
ELFINANCIERO
¿Por qué Pemex vende
a siete pesos su gasolina
en EU?
En su gasolinera de Houston, Pemex vende la gasolina a siete pesos. Lo
publicó EL FINANCIERO la semana pasada. ¿Por qué tan barata allá? La
respuesta simple es porque allá sí hay un mercado y aquí hasta el
momento sólo hay un proveedor: Pemex.
Pero esto requiere un mejor análisis.
Paso 1.
Primero, una ilusión: para el gobierno, todos los clientes de gasolina
de Pemex, encabezada por Emilio Lozoya, están en Houston o muy cerca de
ahí. Incluso los del DF o los de Yucatán. Por supuesto, también los de
la nueva gasolinera que ubicó precisamente en esa ciudad texana.
Vamos, el asunto está escrito en ley: la referencia para fijar precios aquí, está en la Costa del Golfo de Estados Unidos.
¿Por
qué? Porque en México, en ausencia de uno propio, tomamos como
referencia un mercado importante cercano del cual importamos gasolina y
eso nos permite imaginar cuánto costaría la gasolina acá, más o menos.
Paso 2.
La maña. Es justamente en el “más o menos” en donde está el truco. Para
moverlo hacia más o hacia menos en la bomba de la gasolinera nacional,
hay una llavecita.
Esa llave se llama IEPS. Es el Impuesto Especial Sobre Producción y Servicios y se mueve alrededor del precio texano.
Antes
de la reforma energética, mediante una fórmula, los automovilistas
entregaban dinero al Estado cuando el precio de la gasolina texana
bajaba y los consumidores recibían dinero a cambio, cuando allá se ponía
cara.
En teoría, el gobierno pagaba la diferencia de una
gasolina encarecida importada. Aunque saber con precisión cuánto le
cuesta en realidad la gasolina a Pemex ya mezclada con la nacional, es
cosa difícil.
Paso 3. El estable encarecimiento. Nadie se
daba cuenta del vaivén porque el precio en México permanece en una
ascendencia estable. O sea, siempre se encarece ajustando la formulita,
aunque algunas raras veces se encarece menos que para los vecinos del
norte.
¿Cuándo ocurrió esa rareza? Al arranque de 2008, por
ejemplo, la gasolina en Estados Unidos se disparó por arriba del
equivalente a 13 pesos por litro, cuando acá bordeaba los diez pesos.
Paso 4.
Impuestos, impuestos. Ahora, la gasolina allá está barata por el
desplome del precio del petróleo, insumo principal del combustible.
Pemex
entró al mercado texano con la primera de cinco gasolineras y tuvo que
vender al precio que le compran sus clientes locales: siete pesos por
litro. Si la vende más cara, nadie entraría a su gasolinera.
¿Y acá? Acá está más cara que hace un año. A 13.57 la Magna y 14.38 la Premium.
Va
la razón clave: En Texas, según el Departamento de Energía, los
consumidores pagan en promedio el equivalente a 1.70 pesos de impuestos
por litro: http://1.usa.gov/21CHGg0. En México, según Sener, pagamos por impuestos 5.40 pesos por litro de Magna: http://bit.ly/1MvQkES.
Paso 5.
El futuro. Con las nuevas reglas de la reforma energética, el gobierno
sabrá exactamente cuánto le tocará de IEPS cada año, pues fijó una base.
Y si el precio varía en Houston, el problema será de Pemex o de
cualquier otro productor o comerciante que venga a ofrecer gasolina, que
podrá poner el precio que quiera, dentro de un rango autorizado por el
gobierno.
El automovilista sí podría pagar un poco menos el año
que entra por la gasolina. Pero no es seguro y con las reglas actuales
es prácticamente imposible que el año entrante la gasolina en México
caiga a siete pesos por litro.
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