NOTA DEL BLOG: LAS RESPUESTAS A LAS PREGUNTAS DE LA PERIODISTA SANJUANA MARTINEZ SE LAS SABEN BIEN EN TAMAULIPAS:
ANTES DE FOX Y CALDERON, LOS ZETAS Y EL CDG ERAN CONTROLADOS POR EL PRI GOBIERNO ..AL ENTREGAR EL PODER A LOS PANISTAS - , EL PRI DEJÒ DE CONTROLARLOS POR 2 COSAS: 1.- YA NO TENIAN LAS HERRAMIENTAS PARA CONTROLARLOS TOTALMENTE Y 2.- ADEMAS QUERIAN QUE LA BOMBA EXPLOTARA A LOS PANISTAS QUE NUNCA HABIAN TRATADO CON CARTELES
HA RAIZ DE LO ANTERIOR ,-EN LOS SEXENIOS DE LOS 2 PANISTAS Y EN LO QUE VA DE PEÑA NIETO -LOS ZETAS Y CDG DE SER SERVIDORES PASARON A SER LOS PATRONES PUES CONTROLAN A LOS POLITICOS DEL GOBIERNOÈSTOS (LOS POLITICOS) ADEMAS DE GOZAR LOS DINEROS DE LA DELINCUENCIA ORGANIZADA ,SABEN QUE ELLOS Y SUS FAMILIAS SON SECUESTRABLES EN CUALQUIER MOMENTO EL MIEDO NO ANDA EN BURRO ....SINO PREGUNTENLE A EGIDIO CUANTO GASTA EN BLINDADAS Y EN GUARURAS PARA TODA SU GRAN FAMILIAANTES EL PRI PA TRATAR CON UN NARCO MANDABAN AL JEFE DE LA MINISTERIAL O ALGUIEN CON ESE PESO , AHORA TIENEN QUE NEGOCIAR DIRECTAMENTE LOS SRIOS O EL MISMO GOBERNADOR
¿Es el narco el que somete al Estado o el Estado somete al narco para apoderarse del próspero negocio multinacional? ¿Los gobernadores sirven a Los Zetas o Los Zetas sirven a los gobernadores? ¿Quiénes son los jefes de Los Zetas en los narcoestados de la República? ¿Los Jefes Zetas o los gobernadores?
Los Zetas y el PRI
FUENTE SINEMBARGO
enero 25, 2016
- 00:00h
¿Hasta dónde llegan los tentáculos del narcotráfico en el Partido
Revolucionario Institucional? El cártel paramilitar más sanguinario está
unido al PRI, lo que no sabemos es hasta dónde.
¿Es el narco el que somete al Estado o el Estado somete al narco para
apoderarse del próspero negocio multinacional? ¿Los gobernadores sirven
a Los Zetas o Los Zetas sirven a los gobernadores? ¿Quiénes son los
jefes de Los Zetas en los narcoestados de la República? ¿Los Jefes Zetas
o los gobernadores?
Tenemos que ir desmontando la idea que los cárteles de la droga
existen al margen de la clase política mexicana. Al contrario, los
cárteles de la droga existen, se fortalecen y crecen, gracias a los
gobiernos de los diferentes narcoestados de la República.
Decir que Humberto Moreira “trabajaba” para los Zetas es incierto,
más bien, a la luz de los hechos son los Zetas supuestamente, los que
trabajaban para Moreira. No podemos olvidar que durante su mandato, como
el de su hermano, Rubén, Coahuila se ha convertido en un narcoestado.
La indagatoria contra los Moreira se inició en Estados Unidos, al
igual que las investigaciones contra el ex Gobernador Tomás Yarrington,
acusado de trabajar con Los Zetas y con el Cártel del Golfo. Tampoco
podemos olvidar la historia de otro priísta vinculado con los Zetas, el
ex Gobernador de Veracruz, Fidel Herrera, precisamente exiliado para
protegerlo con patenta de corso del consulado de México, en Barcelona.
Pero hay que recordar el testimonio de José Carlos Hinojosa durante el
juicio por lavado de dinero para el Cártel del Golfo. El ex contador del
cártel declaró que había entregado 12 millones de dólares para la
campaña del candidato a Gobernador del PRI, Fidel Herrera Beltrán. No
hay que olvidar, al ilustre priísta Mario Villanueva Madrid, Gobernador
de Quintana Roo de 1993 a 1999 y prófugo de la justicia más de un año
hasta que fue detenido en 2001 y luego extraditado a Estados Unidos en
mayo de 2010. Y otros célebres priístas.
Otro Gobernador priísta presuntamente con Los Zetas es Rodrigo
Medina, a quién ese cartel le colgó varias narcomantas para recordarle
quién le había pagado 20 millones de dólares durante su campaña y los
compromisos adquiridos con ellos.
En el caso concreto de la investigación contra Humberto Moreira,
sabemos que fue iniciada desde octubre del año pasado y que el gobierno
mexicano fue debidamente informado por Estados Unidos. ¿Por qué la
Procuraduría General de la República no actuó? Seguramente porque se
trata de un ex Gobernador del PRI y lo protegieron, hasta que España lo
detuvo bajo la consigna sarcástica de “Misión cumplida”.
Las alianzas entre los Zetas y el PRI tienen su lógica. Este cártel
de la droga nació en las entrañas del Estado. Su fundador fue Arturo
Guzmán Decena quien se dio de alta en el Ejército mexicano el 12 de mayo
de 1992 y desertó en 1997, quien trabajaba para la Policía Judicial
Federal (PJF). De hecho, los primeros Zetas eran militares capacitados
en la Escuela de las Américas especialista en la llamada
“contrainsurgencia” y en preparar auténticos matones y torturadores.
Tres años después, Guzmán Decena conocido como el Z1 empezó a
trabajar para Osiel Cárdenas, líder del Cártel del Golfo. Su función era
reclutar ex militares y así fue formando el brazo armado de ese cártel,
cuyo feudo está ubicado en Matamoros, Tamaulipas. A sus filas, fueron
llegando militares de Tamaulipas y también del Grupo Aeromóvil de
Fuerzas Especiales (GAFE) y otros elementos sanguinarios, hasta que se
separaron del CdeG y formaron su propio cártel, construyendo así el
imperio de terror que ya conocemos.
El poder de Los Zetas al igual que el del PRI, es nutrirse del tejido
social más necesitado. Los Zetas fueron creando redes en las distintas
ciudades, congregando a una amplia masa de jóvenes marginados, sin
posibilidad de estudiar ni trabajar. El ofrecimiento de 5 a 10 mil pesos
semanales provocó todo un éxito en el reclutamiento. Actualmente, el
ejército de Los Zetas es potente y muy extendido.
Los Zetas controlan generalmente estados gobernados por el PRI en
particular en el noreste, pero también en lugares como Veracruz,
Zacatecas, Guanajuato, Tabasco o Quintana Roo. Según la PGR hay
escisiones claras trabajando en Coahuila y Nuevo León bajo el nombre de
“Sangre Zeta”, o el Grupo Operativo Zetas en El Mante, Soto La Marina y
Victoria, en el estado de Tamaulipas, mientras los que se hacen llamar
Comando Zetas, tienen su centro de operación en las ciudades de Gustavo
Díaz Ordaz, Ciudad Mier Reynosa, Matamoros, Nuevo Laredo y Miguel
Alemán, disputando territorio al Cártel del Golfo.
En su estructura delincuencial, además de los halcones dedicados a
tareas de vigilancia, están los sicarios especializados en cortar
cabezas, pozolear, destazar o desollar, mientras los halcones tienen a
su cargo la vigilancia y los llamados Cobras, se concretan al trabajo de
cobro de piso.
Desde hace algunos meses, algunos grupos de Zetas han ido cambiando
de nombre. Ahora se hacen llamar “Cártel del Noroeste” y han ido
apareciendo en Nuevo León, Zacatecas y Coahuila. En los últimos meses
han colocados algunas narcomantas en Cadereyta y Galeana, Nuevo León,
algo que confirma que van tejiendo redes con el poder político local,
estatal y federal, para fortalecer su presencia.
¿Cuál es el modus operandi de estas alianzas estrategicas entre
gobierno del PRI y Los Zetas? Está basado en el dinero procedente del
narcotráfico que llena los bolsillos de los políticos a cambio de
otorgar territorio y seguridad a los delincuentes en el trasiego de
droga. Luego, algunos narcopolíticos se engolosinan con los billetes
verdes, casas, yates, aviones y todo tipo de riquezas y desplazan a los
narcos para ser ellos personalmente quienes se dedican a traficar y
blanquear el dinero. Los cárteles de la droga, se convierten entonces,
en “empresas” institucionales, donde la nebulosa de la actividad
política, permite camuflar los colores de la organización criminal a la
que realmente pertenecen. La tutela del estado a los cárteles de la
droga va mucho más allá de una simple colaboración o un aislado vínculo
de participación “comercial”.
¿Cuántos narcogobernadores, narcoalcaldes, narcodiputados,
narcoregidores tiene el PRI?… Habrá que preguntarle a la justicia de
Estados Unidos o de España.
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