martes, 2 de junio de 2015

VIDEO: LA AMENAZA DEL CJNG AL GOBIERNO

NOTA DEL BLOG:
 SE ME HABIA PASADO COLGAR ÈSTE VIDEO DEL 28 DE MAYO DEL 2015 DE LA AMENAZA DE VENGANZA DE LOS DEL CJNG HACIA EL GOBIERNO DE MEXICO ....VA PUES ...PARA POSTERIOR CONSULTA 
LO QUE SE ME HACE RARO ES QUE LE HECHEN PORRAS A MIGUEL ANGEL GALLEGOS  ..."LO PONEN" PRACTICAMENTE  CON EL GOBIERNO FEDERAL
‘El Migueladas’, presuntamente perteneció a los Templarios y luego se integró a las autodefensas, entre los que eran conocidos como “los perdonados”.

HASTA ABAJO PUSE ÈSTE COMPLEMENTO 
La matanza de Tanhuato: los mutilaron y no todos eran narcos
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TEXTO DE LO QUE DICE EL VIDEO 
“Nosotros el cartel Jalisco Nueva Generación vengaremos la muerte de nuestros compañeros caídos en Tanhuato (en realidad fue en Ecuandureo), Michoacán, y les hacemos saber que acabaremos con el narcogobierno corrupto.
“Por eso les pedimos a los comunitarios que cumplan con los compromisos contraídos con nosotros ya que se les apoyó a sacar y limpiar a Michoacán de las ratas templarias”.
Citan en particular a Juan José Farías, ‘El Abuelo’, líder de la Fuerza Rural en Tepalcatepec y exdirigente de autodefensas en ese municipio de Tierra Caliente.
“A ti ‘Abuelo’ cumple con los compromisos que tienes con nuestro líder”, Nemesio Oseguera Cervantes, ‘El Mencho’, le piden los presuntos narcos.
Y de antemano advierten a quienes se nieguen a retribuir el apoyo que, al igual que el narcogobierno, serán eliminados.
“Sabemos que el señor Miguel Ángel Gallegos es un hombre de palabra y con él sí contamos, pero con los demás líderes como el de Aguililla, Coaguayana y Aquila y demás municipios si no nos van a apoyar como nosotros lo hicimos en su comento, quiere decir que están en nuestra contra y así como acabaremos con el mal gobierno, acabaremos con ustedes”, advierte el CJNG.
Miguel Ángel Gallegos, ‘El Migueladas’, presuntamente perteneció a los Templarios y luego se integró a las autodefensas, entre los que eran conocidos como “los perdonados”.
concluyeN con el siguiente llamado:
“Así que compañeros de Guanajuato, Jalisco, Michoacán, Guerrero y Veracruz, acabemos con el mal gobierno. ¡Vivan los guerreros del cartel Jalisco Nueva Generación y viva nuestro líder!”

Durante los casi dos minutos que dura el video sólo se escucha una voz en off. La única imagen que se aprecia es una fotografía en la que se ve a un grupo de personas armadas, encapuchadas, que portan armas largas y chalecos con las siglas del CJNG.
Al centro, se ve a un hombre sentado detrás de una mesa con un mantel blanco, y frente a él un micrófono. Del techo cuelga una manta en la que se leen las siglas CJNG, y abajo mapas de los estados de Colima, Nayarit, Jalisco, Veracruz y Guerrero.
La advertencia se da luego de que el pasado viernes 22 un supuesto enfrentamiento entre fuerzas federales y miembros del CJNG dejara un saldo de un policía y 42 civiles muertos en el rancho El Sol, ubicado en el kilómetro 370 de la autopista México-Guadalajara, en el municipio de Ecuandureo.
Ese mismo día, en rueda de prensa, el comisionado nacional de seguridad, Monte Alejandro Rubido, aseguró que los 42 civiles muertos eran miembros del CJNG y que la refriega fue producto de la Operación Jalisco que inició el 1 de mayo con el propósito de aprehender a “El Mencho”.
Según la versión oficial el supuesto enfrentamiento se desató cuando elementos de la Policía Federal (PF) atendían una averiguación previa relacionada con la ocupación ilegal del rancho.
En redes sociales empezaron a difundirse fotografías que presumen que la zona del enfrentamiento fue alterada por la Policía Federal, sin embargo el Comisionado General de esa corporación, Enrique Galindo, rechazó que sus elementos hayan cometido ejecuciones; se trató, insistió, de un enfrentamiento.
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La matanza de Tanhuato: los mutilaron y no todos eran narcos

En la matanza del Rancho del Sol en Ecuandureo (Tanhuato)  no todas las víctimas eran sicarios del Cártel de Jalisco Nueva Generación; algunos eran trabajadores contratados para acondicionar un inmueble pero pagaron caro su afán de ganarse honestamente la vida: los torturaron, los mutilaron, los arrollaron y algunos recibieron el tiro de gracia, según testimonios de sus parientes y amigos, recogidos por este semanario. Pero las vejaciones de la Policía Federal no acabaron ahí… Continuaron con la humillación a los familiares que viajaron a Morelia a reclamar los cuerpos.
Por F. Castellanos, J. Cobarruvias y M. Ramírez/ Proceso
Ocotlán, Jalisco— Las siete capillas fúnebres de esta cabecera municipal trabajaron a toda su capacidad entre los días lunes 25 y miércoles 27 de mayo: en ellas tuvieron lugar las velaciones de 34 jóvenes oriundos de este municipio, quienes murieron en Ecuandureo, Michoacán, a manos de la Policía Federal (PF).
En los velatorios la indignación y la rabia de familiares y amigos de las víctimas son más fuertes que el llanto y el dolor. Los asistentes coinciden: los federales usaron fuerza desmedida para asesinar a los jóvenes, sin darles oportunidad de defenderse.
Si fuera verdad que hubo un enfrentamiento entre federales y sicarios del Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), como dijo el comisionado nacional de Seguridad, Monte Alejandro Rubido, entonces no hubieran tenido oportunidad de torturarlos, razonan los familiares. A algunos los quemaron; les rompieron los dientes; les fracturaron los brazos; les mutilaron manos, piernas o testículos y algunos hasta recibieron el tiro de gracia.
Ocotlán aún no terminaba de asimilar el enfrentamiento entre la PF y el CJNG del pasado 19 de marzo —en el que murieron cinco federales, cuatro civiles y dos sicarios—, cuando una tragedia mayor se sumó a la historia de violencia que asuela a esta región jalisciense limítrofe con Michoacán, debido a la lucha que grupos de la delincuencia organizada libran por el control de la zona.
Esos días los dos cementerios municipales de Ocotlán vieron las mismas escenas: con bandas de música, globos blancos y camionetas con música a todo volumen —como se acostumbra aquí cuando alguien muere con violencia—, los 34 de Ecuandureo fueron enterrados.
En los dos panteones municipales de Ocotlán trabajan 12 personas que tuvieron que hacer hasta dobles turnos para enterrar en esos días a 34 de las víctimas de la matanza. De ellas, 11 habitaban la colonia Infonavit 5, en esta cabecera. Por instrucciones de los familiares no hubo una sola cremación. Todos los cadáveres fueron sepultados.
DUDAS GENERALIZADAS
De acuerdo con los testimonios de los ocotlanenses que fueron al Servicio Médico Forense (Semefo) de Morelia a identificar a sus familiares, no se trató de un enfrentamiento, pues había cadáveres sin dedos, sin dientes y hasta uno sin manos, piernas ni testículos; además, señalan, fueron violados con objetos.
Los parientes de las víctimas narran a Proceso que éstas cada mes mandaban dinero a sus casas y tenían distintos oficios: carpinteros, albañiles, plomeros o jardineros; los menos eran expertos en desmalezar las carreteras.
Y para ciudadanos que de la sobreexposición a la violencia han aprendido a examinar los detalles de las escenas del crimen, las armas y municiones fotografiados cerca de los cuerpos parecían haber sido plantados después del hecho.
UN LUCHADOR
“Hay muchas dudas. Ni el gobierno ni derechos humanos, nadie ha venido a vernos. Mi hijo era gladiador, luchaba en Ocotlán, Guadalajara, Zamora, La Piedad y a veces en la Triple A. Lo conocían como El Draco. Varias veces se lo llevó el luchador Psicosis a la Ciudad de México, a luchar allá”, dice Graciela Pineda Téllez, madre de otra víctima.
Se llamaba Martín Felipe García Pineda, de 21 años, quien antes era guardia de seguridad y luego se empleó en una gasolinera de Ocotlán; fue a Michoacán porque supo que había trabajo en los campos de fresas y hortalizas y se ganaba más que en su pueblo.
Graciela Pineda cuenta su sorpresa al ver que su hijo estaba entre los muertos. “En la foto que vimos en internet, dice, se ve bien, y ya me lo entregaron quemado como con ácido”. Ella no sabía que su hijo estaba en el Rancho del Sol; hacía dos meses que no iba a Ocotlán. Pero un día antes de la matanza le telefoneó a su esposa, embarazada, para decirle que estaba bien.
Carito, de 21 años, vecina del barrio, muestra fotos donde se ve el cadáver de uno de los jóvenes que vivía en la colonia Infonavit 5, a quien apodaban El Chicua (Héctor de Jesús), sin dientes y sin impactos de bala, le sacaron un ojo y en sus brazos rotos se aprecian huellas de llantas.
Tercia iracundo Gerardo García Pineda: “Así aparece en la foto, sin dientes y marcas de ruedas. Lo entregaron sin brazos, piernas y sin sus partes nobles. Él era también de aquí, del barrio. Y a mi hermano me lo entregan quemado”.
BURLAS FEDERALES
El trato hacia los deudos de las víctimas en el Semefo de Morelia fue cruel y despectivo, informa la madre de El Draco. Refiere que estuvo dos días a la intemperie, soportando la lluvia y sin probar alimentos porque no llevaba dinero para comprar comida; escuchó también las burlas de los federales que se solazaban con el asesinato de sus hijos.
Érika Eunice Hurtado, hermana de otro de los abatidos, asegura que cuando estaba dando su declaración para solicitar el cuerpo de su hermano, agentes de la PF “a mis espaldas se estaban burlando, estaban diciendo que ‘los agarraron como pajaritos, dormidos en su nido a los cabrones’”.
“¿Es así como el gobierno defiende a la gente? Queremos que vea eso Peña Nieto. Si ya los tenían rodeados, ¿por qué los mataron? ¿Por qué no los detuvieron? Hay muchas formas de hacer justicia y una de ellas es la captura. Muchos tienen huellas de rodadas. Los vimos en el Semefo de Morelia en la identificación.”

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