NOTA DEL BLOG: SI LO QUE SE ESCRIBE EN ESTE ARTICULO SOBRE LA GRAVEDAD DE LA SALUD DEL PRESIDENTE EPN FUERA VERIDICO.... , ENTONCES SE PODRÌA ENTENDER HASTA CIERTO PUNTO "LA TOMA DE DECISIONES QUE SE HACEN EN LOS "PINACATES" QUE MAS QUE NADA PARECEN UN HARAKIRI " ...YA NO IMPORTARÌA GUARDAR IMAGEN NI PRESTIGIO
POR CIERTO:LA PAGINA DE LA REVISTA QUE ESCRIBIO ESTE ARTICULO REVISTAPOLEMON ES "CADAVER" SEGUN PUDIMOS VER Y LO CONFIRMAMOS CON ÈSTE TWITT
Los Anonymustios de Los Pinos tiraron la página de @revistapolemon
POR CIERTO:LA PAGINA DE LA REVISTA QUE ESCRIBIO ESTE ARTICULO REVISTAPOLEMON ES "CADAVER" SEGUN PUDIMOS VER Y LO CONFIRMAMOS CON ÈSTE TWITT
EPN: ¿Y el parte médico?
Por: Jaime Avilés (@desfiladero132)
27 de junio 2015.- No es
cierto, como reza el escueto boletín oficial, que en la madrugada de
este viernes 26 de junio empezó a sentir molestias abdominales y terminó
en el quirófano del Hospital Central Militar. Ya el jueves por la tarde había anunciado, a última hora, que no asistiría a Bellas Artes a inaugurar una muestra de Leonardo da Vinci y Michelangelo Buonarroti. ¿Motivo? Nadie lo dijo.
Un poco más tarde, Los Pinos adelantó que los periodistas de la fuente presidencial no cubrirían
su visita a Guatemala. ¿Motivo? Nadie tampoco lo dijo pero resulta
obvio que, mucho antes de la madrugada, Enrique Peña Nieto ya
consideraba la cancelación de la gira.
Entonces no sufrió un “repentino” malestar, sino la consecuencia de algo que se nos oculta. “Peña Nieto entra y sale con frecuencia del Hospital Central Militar”, me contó un médico la semana pasada. “Está recibiendo quimioterapia. El nódulo que le quitaron en la tiroides [el 31 de julio de 2013] era maligno y el cáncer ya hizo metástasis. Se le pasó al hígado.”
¿Cáncer en el hígado? “Tiene los ojos
amarillentos, el rostro desencajado, está en los huesos”, detalló mi
informante: “De aquí a diciembre tiene que sacar las reformas que
faltan, porque después ya no podrá ni levantarse“.
Oímos tantas cosas a diario. Sin
embargo, cuando aparece un elemento concreto, las especulaciones cobran
sentido. ¿Dónde lo operaron, supuestamente, de la vesícula? En el
Hospital Central Militar donde, según mi fuente, recibe quimioterapia
periódicamente.
¿Dónde está el parte médico de la
operación de ayer? ¿Por qué no nos muestran el video de la cirugía, las
fotos de la vesícula extirpada? Varios periódicos titularon hace dos
días: “Apremian a Peña Nieto para que culmine la reforma del Seguro
Social”. ¿Prisa? ¿Alguien tiene prisa? ¿Por qué, si el sexenio termina en diciembre de 2018?
“Exhorta Peña Nieto a los miembros de su gabinete a redoblar esfuerzos para concretar las reformas
pendientes”, fue el encabezado de la noticia que diversos medios
publicaron ayer, a la misma hora que la vesícula del Ejecutivo era
cercenada por el bisturí, de acuerdo con el vago y dudoso boletín
oficial.
Si uno teclea en el buscador de Google “cancela Peña Nieto visita a…”
surgen múltiples opciones. ¿Por qué incumple tan a menudo los
compromisos de su agenda? Nada indica que lo haga por la misma razón que
traicionó sus compromisos de campaña, pero lo cierto es que su tiempo
se agota a medida que se consume la paciencia de decenas de millones que
ya no sólo resienten los estragos de la crisis perpetua, sino que tampoco disimulan su indignación ante la corrupción y la imbecilidad predominante en las altas esferas.
A partir del miércoles próximo pagaremos
16 por ciento de impuesto al valor agregado de todos los alimentos que
se venden en locales como Oxxo, Seven Eleven, supermercados y… ¿también
en los cines? ¿Mega delincuentes como Alejandro Ramírez de Cinépolis y Germán Lelo de Larrea de Cinemex, que venden hot dogs ocho veces más caros que en la calle, van a subirle también el 16 por ciento a sus golosinas?
Ante el desplome de los precios del petróleo en 2014, Hacienda aplicó a partir de febrero de 2015, un recorte de 124 mil millones de pesos al gasto social.
Como este gobierno decididamente no sirve para nada, el gasto social
volverá a contraerse, en 2016, en 135 mil millones de pesos.
Durante la campaña electoral de 2012, Andrés Manuel López Obrador
ofreció un recorte del 50 por ciento a los salarios de todos los altos
burócratas y otras medidas para lograr un ahorro anual de 300 mil
millones de pesos. A estas alturas ya se habría conseguido ahorrar –y
aplicar en obras de beneficio colectivo– cerca de un billón de pesos.
En cambio, para no atenuar los privilegios de ministros, magistrados, secretarios, consejeros y demás parásitos de la administración pública,
Hacienda optó por quitarnos 269 mil millones de pesos entre 2015 y 2016
que eran para el gasto social, sin mencionar lo que nos esquilma en el
precio de los combustibles y en los impuestos cautivos que obtiene a
cambio de darnos un servicio gubernamental de mierda.
Los planetas parecen alinearse: Peña
Nieto se nos va, despacito pero se nos va; su proyecto económico es
inviable y la gente no quiere más violencia pero ya no está dispuesta a
soportar más humillaciones y, en cuanto pueda, emulará a los habitantes
de Ocotlán, Jalisco, que echaron al PRI de la Presidencia Municipal
donde reinaba desde tiempos inmemoriales, por una trágica falta de sillas.
Me explico. La noche del pasado jueves
19 de marzo, un ataque del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) contra
la Gendarmería de la Policía Federal, dejó tales manchas de sangre
sobre las calles de Ocotlán, que el ayuntamiento debió limpiarlas con
agua a presión.
Dos meses después, la noche del 21 al 22
de mayo, 42 hombres de diversas edades, que dormían en un rancho
localizado en Tanhuato, Michoacán, muy cerca de los límites con Jalisco,
fueron rodeados por elementos del Ejército y la Policía Federal, y en
algunos casos detenidos y torturados con crueldad infinita, y en otros ametrallados a mansalva.
Durante el operativo, el Ejército
disparó contra la Policía Federal y le causó una baja. La baja fue
atribuida a las víctimas. Pero éstas, como lo probaron las fotos de sus
cadáveres, antes y después de que les sembraran armas largas, no
participaron en combate alguno. Mucho menos “emboscaron un convoy
militar que patrullaba la zona”, como ya informa rutinariamente la
Secretaría de la Defensa, después de cada matanza.
Identificados por sus familiares como
habitantes de Ocotlán, los 42 presuntos miembros del CJNG terminaron en
la morgue de Morelia, donde los forenses constataron que a 11 les habían
cortado los testículos, a otros les habían sacado los
ojos, a otros les habían fracturado los brazos, a otros los habían
violado con objetos metálicos, a otros les habían hundido los dientes en
las mandíbulas a golpes. Y todo por cortesía de Peña Nieto.
El problema de las sillas comenzó cuando
los restos de los 42 fueron llevados a sus hogares y, para organizar
los respectivos velorios, las familias llamaron a las empresas que
rentan sillas; pero al ver el tamaño de la demanda, los dueños de tales
empresas compraron cientos de sillas en las mueblerías de la localidad para satisfacer a sus clientes.
El 7 de junio, en ese pueblo priísta
hasta las cachas, la gente votó masivamente por un candidato al que ni
siquiera había volteado a ver, y ese buen hombre, que de ninguna manera
esperaba ganar, lo hizo en forma rotunda. ¿Estará cercano el día en que
ocurra lo mismo en el país?
Tal vez lo que necesitamos con mayor urgencia no sea el parte médico de la operación de Peña Nieto, sino la autopsia del sistema político mexicano,
ese cadáver en estado de avanzada descomposición social dentro de cuyos
despojos, como suelen decir los argentinos, estamos podridos y
repodridos, viste.
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