NOTA DEL BLOG:
Con esta foto del CAUSANTE, doy por cerrado el caso de la explosión de PEMEX
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ACTUALIZACION 4 DE FEBRERO 2013
AUDIO DE LA DECLARACION DE LOS TOPOS DE RESCATE EN LA TORRE DE PEMEX
ACTUALIZACION: 3 DE FEBRERO
Y CHEQUEN LO QUE DIJO LA TRABAJADORA DE PEMEX EN ÉSTE LINK
Tweets por @jecsanrico1
Yaqui mismo abajo de esta actualizacion ...siempre dijo que habian sido bombas
El estallido ocurrido el jueves al filo de las 3:45 de la tarde, causó daños severos a la planta baja, sótano y mezannine del inmueble aledaño a la emblemática torre de la paraestatal. Al lugar corrieron agentes y elementos del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), Procuraduría General de la República (PGR), Policía Federal (PF), Ejército, Marina y de las agencias de seguridad y Justicia del Distrito Federal. Todos recabaron información.
Participantes en esos encuentros aseguraron a Proceso que desde los primeros momentos de la destrucción de los tres niveles del edificio B-2 elementos del Cisen y peritos de la PGR sostuvieron la idea de un atentado.
Los expertos consultados refirieron el hallazgo de rastros de explosivo C-4, una potente carga formada por explosivo químico y un aglomerante plástico que es de uso militar y ha sido empleado en varios atentados terroristas.
Mencionaron incluso que algunas cargas no detonaron; de lo contrario, el número de víctimas hubiera sido mayor. Los datos oficiales contabilizaron 33 muertos y 101 heridos, algunos de gravedad.
De acuerdo con esa versión, los peritos en explosivos del Ejército y de la Marina recogieron los restos del material y lo llevaron al Campo Militar número 1, donde confirmaron que es C-4.
Estiman que el explosivo se colocó en pequeñas cantidades en áreas cerradas, como aire acondicionado, cuartos de servicio y botes de intendencia, y que habría sido ingresado en mochilas o portafolios.
El estupor y la eventualidad de un atentado ameritó que expertos estadounidenses llegaran al complejo administrativo hacia las 10 de la noche del mismo jueves en un vuelo privado. Lo primero que hicieron fue rastrear las llamadas realizadas desde esas oficinas y las efectuadas a éstas.
En especial, se rastreó una llamada desde Veracruz, donde el Ejército ha asegurado varias cargas de explosivo C-4, dijeron.
Los peritos norteamericanos también recogieron audios de Pemex, revisaron los autos de la zona y pidieron los videos del aeropuerto de la Ciudad de México, pues no descartaron la presencia de extranjeros sospechosos.
Más inquietante aún es que la versión que sostiene que en el lugar se habría encontrado información relacionada con Los Zetas, quienes entre otras actividades delictivas se dedican a la “ordeña” de ductos de Pemex para revender el combustible que ellos llaman huachicol.
El supuesto indicio de la presencia del narcotráfico sería un reclamo de ese cártel al actual secretario de Gobernación Ángel Osorio Chong porque la Policía Federal y la DEA realizan operaciones en Veracruz con uniformes y vehículos de Pemex. Personal especializado de la Sedena habría viajado esa misma noche a aquel estado, bastión zeta.
El mensaje habría aludido a Heriberto Lazcano, ‘El Lazca’, ejecutado de manera fortuita por la Marina en octubre último.
Vulnerabilidad
Ya sea que se confirmen o no las fuertes versiones recabadas por ‘Proceso’ en el sentido de que la explosión en las oficinas centrales de Pemex se debió a un atentado urdido por Los Zetas, lo que queda al descubierto en la tragedia es la vulnerabilidad de las instalaciones estratégicas del país y de la población civil.
En su estreno como gerente de Seguridad de Pemex, uno de los militares consentidos del presidente Enrique Peña Nieto, el general brigadier Eduardo León Trauwitz quedó muy mal con su protector, con la empresa paraestatal más importante del país y con sus empleados y visitantes, con la sociedad mexicana, con el Estado y hasta con el Ejército.
El general brigadier Eduardo León Trauwitz, actual gerente de Servicios de Seguridad Física de Pemex, es hombre cercano a Peña Nieto.
Se trata de quien fue escolta y jefe de seguridad del político priista cuando era gobernador del Estado de México y que apenas el 20 de noviembre pasado fue ascendido de coronel a su actual grado. Su nombramiento en Pemex rompió con la tradición de que sean militares, en activo o en retiro pero con experiencia operativa, los que estén a cargo de la seguridad de la paraestatal.
Fuentes militares y de seguridad comentaron a Proceso la falta de control en la materia en instalaciones de esa empresa estratégica, la debilidad de los servicios de seguridad e inteligencia civiles y militares, y la carencia de instancias de gobierno capaces de afrontar actos terroristas en México, incluso si sus autores son miembros de la delincuencia organizada.
Más de 24 horas después de la tragedia, el gobierno de Peña Nieto se limitaba a actualizar la cifra de fallecidos -33 al cierre de esta edición- y a pedir que no se especulara, pero sin ofrecer siquiera datos para apuntalar su interés de que se trató de un accidente.
Intentó llenar el vacío de información con versiones oficiosas acerca de “una implosión”, y no una explosión, como resultado de una alta concentración de gas halón, el que se utiliza para controlar incendios.
La versión pretende contrarrestar aquellas que desde la noche del jueves se refirieron a un atentado en el que se habría hecho uso de explosivos C-4 y que adjudicaron al cártel de Los Zetas en su supuesta confrontación con el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong.
Responsable de la seguridad de todas las instalaciones y personal de Pemex, el general brigadier León Trauwitz fue puesto en ese cargo al inicio del actual gobierno en compensación por no haber ocupado el cargo de jefe del Estado Mayor Presidencial, al que aspiró por su cercanía con Peña Nieto.
El directorio del corporativo de la paraestatal se encuentra en “actualización”, pero este semanario pudo corroborar el nuevo cargo del general brigadier a través de personal de Pemex. El edificio siniestrado está apenas a 50 metros de las oficinas de la gerencia donde despacha el ex jefe de seguridad de Peña Nieto.
Ahora en el centro del escrutinio, el militar no se le despegó a Peña Nieto en los dos últimos años de su gobierno en el Estado de México y durante su campaña presidencial. Era su sombra. Estuvo adscrito a la coordinación de la ayudantía de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de esa entidad desde marzo de 2010, y cuando Peña Nieto fue candidato a la Presidencia siguió siendo el responsable de su seguridad; su sueldo era cubierto por el gobierno mexiquense.
Según la información oficial consultada por Proceso, en septiembre de 2012, ya con Peña como presidente electo, entró a la nómina de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) en el área del Estado Mayor Presidencial, al que aspiraba llegar el 1 de diciembre pasado.
El nombre de León Trauwitz saltó a la luz pública en noviembre pasado por su rápido ascenso, que fue visto con molestia al interior del Ejército Mexicano por su falta de experiencia operativa; aunque no fue el único caso. Entonces tenía el grado de coronel y, sin estar en la lista preliminar de ascensos propuestos por la Sedena, la presidencia de Felipe Calderón lo incluyó en la lista de ascensos que solicitó al Senado.
El 20 de noviembre de 2012 se convirtió en general brigadier pese a no haber estado adscrito a la Defensa Nacional durante tres años y no haber cumplido el periodo mínimo de servicio de cuatro años en el grado de coronel.
El súbito ascenso ocurrió a petición del presidente electo por la gran cercanía y confianza en su escolta, pero ello le acarreó animadversiones en el Estado Mayor Presidencial; en vez de él se quedó como jefe de ese poderoso cuerpo el general de brigada Roberto Miranda.
El cargo de gerente de Servicios de Seguridad Física (GSSF) de Pemex ha sido ocupado por experimentados militares en situación de retiro. La mayoría eran generales de división. Al puesto se le considera una de las posiciones que el secretario de la Defensa en turno decide para sus allegados. El general brigadier León Trauwitz fue la excepción y su llegada se vio en el Ejército como una imposición directa desde Los Pinos.
Cuando asumió la GSSF, exigió las renuncias inmediatas de todos los funcionarios de mayor nivel. Su antecesor fue el general Salvador Leonardo Bejarano Gómez quien, molesto por estas formas, no concluyó su cargo en buenos términos, al punto de que el proceso de entrega-recepción no se completó, dijeron fuentes militares a Proceso. León Trauwitz habría amenazado a su antecesor con iniciarle un procedimiento administrativo.
El manual de organización interna de la paraestatal establece que la GSSF depende directamente de la Dirección Corporativa de Administración y es la responsable de “dirigir y controlar la ejecución de acciones que permitan detectar riesgos y prevenir la realización de actos de terrorismo, sabotaje, atentados, agresiones o intriga, que pongan en peligro el orden laboral, la integridad del personal, bienes muebles e inmuebles y valores de Petróleos Mexicanos y organismos subsidiarios”.
El ex escolta de Peña Nieto es el principal responsable de la seguridad física de Pemex, tanto del personal como de las instalaciones, bienes y valores de la paraestatal, sus organismos subsidiarios y sus empresas filiales. (Proceso)
ACTUALIZACION: 1 de febrero 2013 20:41hrs
Con esta foto del CAUSANTE, doy por cerrado el caso de la explosión de PEMEX
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ACTUALIZACION 4 DE FEBRERO 2013
AUDIO DE LA DECLARACION DE LOS TOPOS DE RESCATE EN LA TORRE DE PEMEX
Líder de topos México afirma que lo sucedido en #TorrePemex fue un atentado
Martin Arango with SoundCloud iOS 6 minutes ago
ACTUALIZACION: 3 DE FEBRERO
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Yaqui mismo abajo de esta actualizacion ...siempre dijo que habian sido bombas
Versión: había rastros de explosivo C-4 en edificio Pemex.
FUENTE diario.mx
Distrito Federal– La explosión en el edificio B-2 de la Torre de Pemex
tomó por sorpresa al gabinete y a los servicios de seguridad mexicanos y puso al
descubierto las divisiones y deficiencias en la seguridad corporativa de la
principal empresa del país y, lo que es peor, sugiere la presencia entre los
escombros de explosivo Composition 4 (C-4) y una eventual liga de ‘Los
Zetas’.El estallido ocurrido el jueves al filo de las 3:45 de la tarde, causó daños severos a la planta baja, sótano y mezannine del inmueble aledaño a la emblemática torre de la paraestatal. Al lugar corrieron agentes y elementos del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), Procuraduría General de la República (PGR), Policía Federal (PF), Ejército, Marina y de las agencias de seguridad y Justicia del Distrito Federal. Todos recabaron información.
Participantes en esos encuentros aseguraron a Proceso que desde los primeros momentos de la destrucción de los tres niveles del edificio B-2 elementos del Cisen y peritos de la PGR sostuvieron la idea de un atentado.
Los expertos consultados refirieron el hallazgo de rastros de explosivo C-4, una potente carga formada por explosivo químico y un aglomerante plástico que es de uso militar y ha sido empleado en varios atentados terroristas.
Mencionaron incluso que algunas cargas no detonaron; de lo contrario, el número de víctimas hubiera sido mayor. Los datos oficiales contabilizaron 33 muertos y 101 heridos, algunos de gravedad.
De acuerdo con esa versión, los peritos en explosivos del Ejército y de la Marina recogieron los restos del material y lo llevaron al Campo Militar número 1, donde confirmaron que es C-4.
Estiman que el explosivo se colocó en pequeñas cantidades en áreas cerradas, como aire acondicionado, cuartos de servicio y botes de intendencia, y que habría sido ingresado en mochilas o portafolios.
El estupor y la eventualidad de un atentado ameritó que expertos estadounidenses llegaran al complejo administrativo hacia las 10 de la noche del mismo jueves en un vuelo privado. Lo primero que hicieron fue rastrear las llamadas realizadas desde esas oficinas y las efectuadas a éstas.
En especial, se rastreó una llamada desde Veracruz, donde el Ejército ha asegurado varias cargas de explosivo C-4, dijeron.
Los peritos norteamericanos también recogieron audios de Pemex, revisaron los autos de la zona y pidieron los videos del aeropuerto de la Ciudad de México, pues no descartaron la presencia de extranjeros sospechosos.
Más inquietante aún es que la versión que sostiene que en el lugar se habría encontrado información relacionada con Los Zetas, quienes entre otras actividades delictivas se dedican a la “ordeña” de ductos de Pemex para revender el combustible que ellos llaman huachicol.
El supuesto indicio de la presencia del narcotráfico sería un reclamo de ese cártel al actual secretario de Gobernación Ángel Osorio Chong porque la Policía Federal y la DEA realizan operaciones en Veracruz con uniformes y vehículos de Pemex. Personal especializado de la Sedena habría viajado esa misma noche a aquel estado, bastión zeta.
Las fuentes dijeron que el 12 de enero pasado aparecieron mantas en Hidalgo y Zacatecas en contra del secretario de Gobernación: “Osorio Chong no estás respetando el acuerdo con nuestro jefe máximo. No por muerto te valga madre porque nos dejó órdenes precisas”.
El mensaje habría aludido a Heriberto Lazcano, ‘El Lazca’, ejecutado de manera fortuita por la Marina en octubre último.
Vulnerabilidad
Ya sea que se confirmen o no las fuertes versiones recabadas por ‘Proceso’ en el sentido de que la explosión en las oficinas centrales de Pemex se debió a un atentado urdido por Los Zetas, lo que queda al descubierto en la tragedia es la vulnerabilidad de las instalaciones estratégicas del país y de la población civil.
En su estreno como gerente de Seguridad de Pemex, uno de los militares consentidos del presidente Enrique Peña Nieto, el general brigadier Eduardo León Trauwitz quedó muy mal con su protector, con la empresa paraestatal más importante del país y con sus empleados y visitantes, con la sociedad mexicana, con el Estado y hasta con el Ejército.
El general brigadier Eduardo León Trauwitz, actual gerente de Servicios de Seguridad Física de Pemex, es hombre cercano a Peña Nieto.
Se trata de quien fue escolta y jefe de seguridad del político priista cuando era gobernador del Estado de México y que apenas el 20 de noviembre pasado fue ascendido de coronel a su actual grado. Su nombramiento en Pemex rompió con la tradición de que sean militares, en activo o en retiro pero con experiencia operativa, los que estén a cargo de la seguridad de la paraestatal.
Fuentes militares y de seguridad comentaron a Proceso la falta de control en la materia en instalaciones de esa empresa estratégica, la debilidad de los servicios de seguridad e inteligencia civiles y militares, y la carencia de instancias de gobierno capaces de afrontar actos terroristas en México, incluso si sus autores son miembros de la delincuencia organizada.
Más de 24 horas después de la tragedia, el gobierno de Peña Nieto se limitaba a actualizar la cifra de fallecidos -33 al cierre de esta edición- y a pedir que no se especulara, pero sin ofrecer siquiera datos para apuntalar su interés de que se trató de un accidente.
Intentó llenar el vacío de información con versiones oficiosas acerca de “una implosión”, y no una explosión, como resultado de una alta concentración de gas halón, el que se utiliza para controlar incendios.
La versión pretende contrarrestar aquellas que desde la noche del jueves se refirieron a un atentado en el que se habría hecho uso de explosivos C-4 y que adjudicaron al cártel de Los Zetas en su supuesta confrontación con el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong.
Responsable de la seguridad de todas las instalaciones y personal de Pemex, el general brigadier León Trauwitz fue puesto en ese cargo al inicio del actual gobierno en compensación por no haber ocupado el cargo de jefe del Estado Mayor Presidencial, al que aspiró por su cercanía con Peña Nieto.
El directorio del corporativo de la paraestatal se encuentra en “actualización”, pero este semanario pudo corroborar el nuevo cargo del general brigadier a través de personal de Pemex. El edificio siniestrado está apenas a 50 metros de las oficinas de la gerencia donde despacha el ex jefe de seguridad de Peña Nieto.
Ahora en el centro del escrutinio, el militar no se le despegó a Peña Nieto en los dos últimos años de su gobierno en el Estado de México y durante su campaña presidencial. Era su sombra. Estuvo adscrito a la coordinación de la ayudantía de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de esa entidad desde marzo de 2010, y cuando Peña Nieto fue candidato a la Presidencia siguió siendo el responsable de su seguridad; su sueldo era cubierto por el gobierno mexiquense.
Según la información oficial consultada por Proceso, en septiembre de 2012, ya con Peña como presidente electo, entró a la nómina de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) en el área del Estado Mayor Presidencial, al que aspiraba llegar el 1 de diciembre pasado.
El nombre de León Trauwitz saltó a la luz pública en noviembre pasado por su rápido ascenso, que fue visto con molestia al interior del Ejército Mexicano por su falta de experiencia operativa; aunque no fue el único caso. Entonces tenía el grado de coronel y, sin estar en la lista preliminar de ascensos propuestos por la Sedena, la presidencia de Felipe Calderón lo incluyó en la lista de ascensos que solicitó al Senado.
El 20 de noviembre de 2012 se convirtió en general brigadier pese a no haber estado adscrito a la Defensa Nacional durante tres años y no haber cumplido el periodo mínimo de servicio de cuatro años en el grado de coronel.
El súbito ascenso ocurrió a petición del presidente electo por la gran cercanía y confianza en su escolta, pero ello le acarreó animadversiones en el Estado Mayor Presidencial; en vez de él se quedó como jefe de ese poderoso cuerpo el general de brigada Roberto Miranda.
El cargo de gerente de Servicios de Seguridad Física (GSSF) de Pemex ha sido ocupado por experimentados militares en situación de retiro. La mayoría eran generales de división. Al puesto se le considera una de las posiciones que el secretario de la Defensa en turno decide para sus allegados. El general brigadier León Trauwitz fue la excepción y su llegada se vio en el Ejército como una imposición directa desde Los Pinos.
Cuando asumió la GSSF, exigió las renuncias inmediatas de todos los funcionarios de mayor nivel. Su antecesor fue el general Salvador Leonardo Bejarano Gómez quien, molesto por estas formas, no concluyó su cargo en buenos términos, al punto de que el proceso de entrega-recepción no se completó, dijeron fuentes militares a Proceso. León Trauwitz habría amenazado a su antecesor con iniciarle un procedimiento administrativo.
El manual de organización interna de la paraestatal establece que la GSSF depende directamente de la Dirección Corporativa de Administración y es la responsable de “dirigir y controlar la ejecución de acciones que permitan detectar riesgos y prevenir la realización de actos de terrorismo, sabotaje, atentados, agresiones o intriga, que pongan en peligro el orden laboral, la integridad del personal, bienes muebles e inmuebles y valores de Petróleos Mexicanos y organismos subsidiarios”.
El ex escolta de Peña Nieto es el principal responsable de la seguridad física de Pemex, tanto del personal como de las instalaciones, bienes y valores de la paraestatal, sus organismos subsidiarios y sus empresas filiales. (Proceso)
FUENTE proceso
Explosión en la Torre de Pemex; 37 muertos y más de
100 heridos.
Foto: Eduardo Miranda
Foto: Eduardo Miranda
Ya sea que se confirmen o no las fuertes versiones recabadas por
Proceso en el sentido de que la explosión en las oficinas
centrales de Pemex se debió a un atentado urdido por Los Zetas, lo que queda al
descubierto en la tragedia es la vulnerabilidad de las instalaciones
estratégicas del país y de la población civil.
MÉXICO, D.F. (Proceso).- La afectación física de las oficinas administrativas de Pemex en la capital del país congregó a los servicios de seguridad e inteligencia del Estado. Al lugar corrieron agentes y elementos del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), Procuraduría General de la República (PGR), Policía Federal (PF), Ejército, Marina y de las agencias de seguridad y justicia del Distrito Federal.
Todos acudieron a recabar información; los militares pusieron en marcha el plan DN III de ayuda a la población civil. También llegaron Peña Nieto, su supersecretario de Gobernación –encargado político y operativo de la seguridad del país–, Miguel Ángel Osorio Chong, y el titular de la PGR, Jesús Murillo Karam.
Participantes en esos encuentros aseguraron a Proceso que desde los primeros momentos de la destrucción de los tres niveles de la edificio B-2 elementos del Cisen y peritos de la PGR sostuvieron la idea de un atentado.
Los expertos consultados refirieron rastros de explosivo Composite 4 (C4), una potente carga formada por explosivo químico y un aglomerante plástico que es de uso militar y ha sido empleado en varios atentados terroristas.
Mencionaron incluso que algunas cargas no detonaron; de lo contrario, el número de víctimas hubiera sido mayor. Los datos oficiales contabilizaron 33 personas muertas y 101 heridas, algunas de gravedad.
De acuerdo con esa versión, los peritos en explosivos del Ejército y de la Marina recogieron los restos del material y lo llevaron al Campo Militar número 1, donde confirmaron que es C4. Estiman que el explosivo se colocó en pequeñas cantidades en áreas cerradas, como aire acondicionado, cuartos de servicio y botes de intendencia, y que habría sido ingresado en mochilas o portafolios.
Los expertos estadunidenses llegaron al complejo administrativo hacia las 10 de la noche en un vuelo privado. Lo primero que hicieron fue rastrear las llamadas realizadas desde esas oficinas y las efectuadas a éstas.
En especial, se rastreó una llamada desde Veracruz, donde el Ejército ha asegurado varias cargas de explosivo C4, dijeron.
Los peritos estadunidenses también recogieron audios de Pemex, revisaron los autos de la zona y pidieron los videos del aeropuerto de la Ciudad de México, pues no descartaron la presencia de extranjeros sospechosos.
Más inquietante, esa versión sostiene que en el lugar se habría encontrado información relacionada con Los Zetas, quienes entre otras actividades delictivas se dedican a la “ordeña” de ductos de Pemex para revender el combustible que ellos llaman huachicol.
El supuesto indicio de la presencia del narcotráfico sería un reclamo de ese cártel a Osorio Chong porque la Policía Federal y la DEA realizan operaciones en Veracruz con uniformes y vehículos de Pemex. Personal especializado de la Sedena habría viajado esa misma noche a aquel estado, bastión zeta.
Las fuentes dijeron que el 12 de enero pasado aparecieron mantas en Hidalgo y Zacatecas en contra del secretario de Gobernación: “Osorio Chong no estás respetando el acuerdo con nuestro jefe máximo. No por muerto te valga madre porque nos dejó órdenes precisas”. El mensaje habría aludido a Heriberto Lazcano, El Lazca, ejecutado de manera fortuita por la Marina en octubre último.
Ni el Cisen ni el Ejército ni nadie advirtió de una tragedia como la del jueves. Sea accidente o atentado, es producto de la negligencia del aparato de seguridad del Estado, asegura Erubiel Tirado, coordinador del Programa de Seguridad Nacional de la Universidad Iberoamericana y consultor académico del Royal United Services Institute for Defense and Security Studies (RUSI), de Londres.
“Trátese de un accidente o, peor aún, de un atentado, la explosión constituye un primer desafío al gobierno de Peña Nieto sobre sus concepciones de seguridad y manejo de riesgos”, asegura.
La cerrazón informativa que ha mostrado su gobierno abona toda clase de hipótesis: Desde que el avejentado equipo de las instalaciones administrativas de Pemex potenció una alta concentración de gas, hasta la de un supuesto atentado que se habría realizado para producir miedo o terror entre la población y poner en evidencia la vulnerabilidad gubernamental justo al inicio de la gestión de Peña Nieto y precisamente en torno de un organismo estratégico del Estado.
Tirado pondera, sin embargo, el hecho de que el edificio principal no haya sido afectado, además de la falta de reivindicación del ataque, como cuando el Ejército Popular Revolucionario (EPR) admitió haber provocado ocho explosiones en ductos de Pemex en Guanajuato en julio de 2007, al inicio del gobierno de Felipe Calderón.
“Si bien el gobierno de Peña Nieto respondió con presencia y acciones para la atención inmediata del problema, en el fondo lo que ha hecho es negarse a informar. Una vez que tomó el control de la información desde el momento mismo de la explosión, el cerco y la ausencia de datos ha generado incertidumbre y alimentado todo tipo de explicaciones”, dice el especialista.
Añade que después de los atentados terroristas de septiembre de 2011 en Estados Unidos, en lugares donde se han registrado ataques de ese tipo, como en Madrid en 2004, y Londres en 2005 y 2012, se ha reconocido la naturaleza de los hechos, lo que ha permitido un mejor manejo de control de daños. Lo mismo se ha hecho en Colombia. Aquí, dice Erubiel Tirado, la apuesta gubernamental se ha basado hasta ahora en la experiencia política de los operadores y en el control de la información.
Este es un extracto del reportaje que se publica bajo el título Vulnerabilidad a los accidentes… y los atentados en la edición 1892 de la revista Proceso, actualmente en circulación
MÉXICO, D.F. (Proceso).- La afectación física de las oficinas administrativas de Pemex en la capital del país congregó a los servicios de seguridad e inteligencia del Estado. Al lugar corrieron agentes y elementos del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), Procuraduría General de la República (PGR), Policía Federal (PF), Ejército, Marina y de las agencias de seguridad y justicia del Distrito Federal.
Todos acudieron a recabar información; los militares pusieron en marcha el plan DN III de ayuda a la población civil. También llegaron Peña Nieto, su supersecretario de Gobernación –encargado político y operativo de la seguridad del país–, Miguel Ángel Osorio Chong, y el titular de la PGR, Jesús Murillo Karam.
Participantes en esos encuentros aseguraron a Proceso que desde los primeros momentos de la destrucción de los tres niveles de la edificio B-2 elementos del Cisen y peritos de la PGR sostuvieron la idea de un atentado.
Los expertos consultados refirieron rastros de explosivo Composite 4 (C4), una potente carga formada por explosivo químico y un aglomerante plástico que es de uso militar y ha sido empleado en varios atentados terroristas.
Mencionaron incluso que algunas cargas no detonaron; de lo contrario, el número de víctimas hubiera sido mayor. Los datos oficiales contabilizaron 33 personas muertas y 101 heridas, algunas de gravedad.
De acuerdo con esa versión, los peritos en explosivos del Ejército y de la Marina recogieron los restos del material y lo llevaron al Campo Militar número 1, donde confirmaron que es C4. Estiman que el explosivo se colocó en pequeñas cantidades en áreas cerradas, como aire acondicionado, cuartos de servicio y botes de intendencia, y que habría sido ingresado en mochilas o portafolios.
Los expertos estadunidenses llegaron al complejo administrativo hacia las 10 de la noche en un vuelo privado. Lo primero que hicieron fue rastrear las llamadas realizadas desde esas oficinas y las efectuadas a éstas.
En especial, se rastreó una llamada desde Veracruz, donde el Ejército ha asegurado varias cargas de explosivo C4, dijeron.
Los peritos estadunidenses también recogieron audios de Pemex, revisaron los autos de la zona y pidieron los videos del aeropuerto de la Ciudad de México, pues no descartaron la presencia de extranjeros sospechosos.
Más inquietante, esa versión sostiene que en el lugar se habría encontrado información relacionada con Los Zetas, quienes entre otras actividades delictivas se dedican a la “ordeña” de ductos de Pemex para revender el combustible que ellos llaman huachicol.
El supuesto indicio de la presencia del narcotráfico sería un reclamo de ese cártel a Osorio Chong porque la Policía Federal y la DEA realizan operaciones en Veracruz con uniformes y vehículos de Pemex. Personal especializado de la Sedena habría viajado esa misma noche a aquel estado, bastión zeta.
Las fuentes dijeron que el 12 de enero pasado aparecieron mantas en Hidalgo y Zacatecas en contra del secretario de Gobernación: “Osorio Chong no estás respetando el acuerdo con nuestro jefe máximo. No por muerto te valga madre porque nos dejó órdenes precisas”. El mensaje habría aludido a Heriberto Lazcano, El Lazca, ejecutado de manera fortuita por la Marina en octubre último.
Ni el Cisen ni el Ejército ni nadie advirtió de una tragedia como la del jueves. Sea accidente o atentado, es producto de la negligencia del aparato de seguridad del Estado, asegura Erubiel Tirado, coordinador del Programa de Seguridad Nacional de la Universidad Iberoamericana y consultor académico del Royal United Services Institute for Defense and Security Studies (RUSI), de Londres.
“Trátese de un accidente o, peor aún, de un atentado, la explosión constituye un primer desafío al gobierno de Peña Nieto sobre sus concepciones de seguridad y manejo de riesgos”, asegura.
La cerrazón informativa que ha mostrado su gobierno abona toda clase de hipótesis: Desde que el avejentado equipo de las instalaciones administrativas de Pemex potenció una alta concentración de gas, hasta la de un supuesto atentado que se habría realizado para producir miedo o terror entre la población y poner en evidencia la vulnerabilidad gubernamental justo al inicio de la gestión de Peña Nieto y precisamente en torno de un organismo estratégico del Estado.
Tirado pondera, sin embargo, el hecho de que el edificio principal no haya sido afectado, además de la falta de reivindicación del ataque, como cuando el Ejército Popular Revolucionario (EPR) admitió haber provocado ocho explosiones en ductos de Pemex en Guanajuato en julio de 2007, al inicio del gobierno de Felipe Calderón.
“Si bien el gobierno de Peña Nieto respondió con presencia y acciones para la atención inmediata del problema, en el fondo lo que ha hecho es negarse a informar. Una vez que tomó el control de la información desde el momento mismo de la explosión, el cerco y la ausencia de datos ha generado incertidumbre y alimentado todo tipo de explicaciones”, dice el especialista.
Añade que después de los atentados terroristas de septiembre de 2011 en Estados Unidos, en lugares donde se han registrado ataques de ese tipo, como en Madrid en 2004, y Londres en 2005 y 2012, se ha reconocido la naturaleza de los hechos, lo que ha permitido un mejor manejo de control de daños. Lo mismo se ha hecho en Colombia. Aquí, dice Erubiel Tirado, la apuesta gubernamental se ha basado hasta ahora en la experiencia política de los operadores y en el control de la información.
Este es un extracto del reportaje que se publica bajo el título Vulnerabilidad a los accidentes… y los atentados en la edición 1892 de la revista Proceso, actualmente en circulación
ACTUALIZACION: 1 de febrero 2013 20:41hrs
GRAVES Y EXPLOSIVAS DECLARACIONES SOBRE EXPLOSION DE TORRE DE PEMEX
por parte de una trabajadora de PEMEX
Ya no he visto periodicos sobre el tema pero se especula que fueron unas calderas las que explotaron , para lo cual algunos ingenieros dijeron Calderas en un edificio administrativo y de que tamaño serian si las hubiera habido para hacer los destrozos que hicieron etc etc
Pongo ésto para que sepan lo que pasa y saquen sus propias conclusiones ...............tambien abajo está lo de los perros antiexplosivos que pasaron por otros edificios publicos despues de lo de la torre de Pemex ..yo ya tengo mi teoria ..
De verdad pienso que cuando algo feo pasa, es mejor decirlo abiertamente al publico ,aspi se gana la confianza del pueblo cuando ven que sus autoridades declara la realidad por mas fea que sea ésta
De otra manera quedan las recochinas dudas , que tarde o temprano se convierten en explosiones de otro tipo
AQUI LOS TUITS DE LA NUEVA CUENTA DE ESA TRABAJADORA dice que le han tumbado 3 cuentas de twitter
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NOTA DEL BLOG: ACTUALIZACION 21:49 Inspeccionan con perros antiexplosivos
¿Porque inspeccionar con perros san lazaro despues de la explosion en la torre de pemex? Acaso lo de PEMEX fué algún explosivo ......cada quien que saque su conclusión YO YA TENGO LA MÍA ...........adios
Inspección con perros en San Lázaro tras explosión en Pemex
.24-horas.mxAgentes de la Policía Federal y de seguridad de la Cámara de Diputados recorren cada uno de los edificios de la Cámara de Diputados
Suzzete Alcántara | @SuzzeteA
Enero 31, 2013 9:06 pm
Enero 31, 2013 9:06 pm
Luego de la explosión registrada en el complejo de la Torre de Petróleos
Mexicanos (Pemex) en la colonia Nueva Anzúres, elementos de Protección Civil de
la Cámara de Diputados iniciaron un operativo de inspección en cada uno de los
edificios que componen el Palacio Legislativo.
El operativo lo realizan elementos de la Policía Federal y de seguridad de la Cámara de Diputados, quien traen consigo perros antiexplosivos, recorren cada uno de los espacios al interior y exterior de los diez edificios que conforman San Lázaro, entre ellos el Cendi y el Centro de Estudios.
.
actualizacion 18:32 confirman, aumentan 25 muertos (17 mujeres 8 hombres) y 101 heridosEl operativo lo realizan elementos de la Policía Federal y de seguridad de la Cámara de Diputados, quien traen consigo perros antiexplosivos, recorren cada uno de los espacios al interior y exterior de los diez edificios que conforman San Lázaro, entre ellos el Cendi y el Centro de Estudios.
.
Son oficinas administrativas ....una explosión ...mejor dicho otra explosión?
No vayan a salir con que fué también un rayo como el de la refineria de Madero tamaulipas.
Espero no estarle dando ideas a los peritos vean la fecha y hora de ese rayo arriba de pemex ,
no hay nubes ,no hay actividad electrica ¿de donde salió?
dijeran los de las teorias conspiracionales...
INFORMACIon MILENIO
Una explosión en la torre de Petróleos Mexicanos (Pemex) dejó como saldo una persona muerta, y hasta el momento al menos 20 heridos, trasladados al Hospital Ángeles del Pedregal y varias personas atendidas por crisis nerviosas.
A través de su cuenta de Twitter @pemex explicó: "Lo que ocurrió fue una explosión en el edificio B2 del centro administrativo. Hay lesionados. Hubo daños en la Planta Baja y mezannine".
Los servicios de emergencia reportan que fueron dos explosiones; de manera preliminar se reportan varias personas atrapadas en los escombros y no se descarta que el número de fallecidos se incremente.
Hasta el momento se reportan más de 20 heridos, quienes ya reciben atención médica; el inmueble se encuentra desalojado en su totalidad y es resguardado por elementos del Ejército apoyados por granaderos de la SSP DF.
Al lugar llegó el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera, quien minutos antes tuiteó: "Están trabajando los cuerpos de seguridad pública, rescate y protección civil en apoyo de lo acontecido en la Torre de Pemex".
Posteriormente, el procurador General de la República (PGR), Jesús Murillo Karam, y el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio, se desplazaron al lugar de los hechos.
Los servicios de emergencia atienden el incidente en avenida Marina Nacional, luego de que se registrará un flamazo en la torre de Pemex, las calles aledañas se encuentran cerradas por seguridad.
El ingreso de los cuerpos de auxilio se complicó, ya que el inmueble es considerado como propiedad federal.
La Torre de Pemex se encuentra en la avenida Marina Nacional 329, colonia Petróleos Mexicanos, delegación Miguel Hidalgo.
Elementos de protección civil colaboran para evitar más percances, pues se encuentran cristales rotos a consecuencia de la explosión.
El edificio es considerado uno de los más altos de la Ciudad de México, con una altura de 211 metros, 54 pisos y fue construido en 1979