NOTA DEL BLOG: SON TANTOS LOS CRIMENES COMETIDOS POR LAS AUTORIDADES VERACRUZANAS DE JAVIER DUARTE QUE SE ESTAN HACIENDO COSTUMBRE Y LA MISMA POBLACION VA PERDIENDO INTERES EN ELLOS
PONGO ESTO PARA SU POSTERIOR CONSULTA -COMO PARTE DE LA EPOCAVIOLENTA DE MEXICO ---Y PORQUE ALGUIEN TIENE QUE DECIRLO ...asi el lema de la jornada veracruz
PONGO ESTO PARA SU POSTERIOR CONSULTA -COMO PARTE DE LA EPOCAVIOLENTA DE MEXICO ---Y PORQUE ALGUIEN TIENE QUE DECIRLO ...asi el lema de la jornada veracruz
FUNTE LA JORNADA VERACRUZ
Tierra Blanca, Ver.- "A mi hijo lo mataron de dos tiros de gracia,
una bala le entró por el ojo y otra por la nuca. Apenas pude
reconocerlo. Ya casi no era humano. Su cuerpo estaba esponjado. Lo único
que pido es justicia. Dos de los policías que levantaron a mi hijo y a
su amigo son los mismos del caso Playa Vicente. Tengo un testigo. Pero
en el Ministerio Público de Tierra Blanca no dejan que declare".
La señora, Clarita González Ramírez, a dos meses del asesinato de su hijo, Egon Abad López González, de 23 años y del joven Rafael Thiel Vera, de 18 años, ha exigido un interrogatorio a los policías René Pelayo Vidal, alias Pelayo, y Édgar Omar Ruiz Tecalco, alias La Perrita, a quienes un testigo los identifica, pues estuvo en el levantón del 12 de diciembre de 2015 y libró la muerte.
Los ex elementos estatales de la
delegación regional Tierra Blanca se encuentran detenidos en el penal
Morelos, en Cosamalopan, por el delito de desaparición forzada,
vinculados con el caso de los cinco jóvenes de Playa Vicente y siguen a
la espera de una sentencia.
Desde que la madre firmó el acta de
defunción de su hijo, en el Servicio Médico Forense (Semefo) de Boca del
Río, las autoridades han congelado las averiguaciones, asegura. En su
necesidad de justicia, decidió enviar una carta dirigida al Presidente
de la República, vía correo electrónico, con copia a Miguel Ángel Osorio
Chong, secretario de Gobernación y Roberto Campa Ciprián, subsecretario
de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación (Segob).
"Señor
Enrique Peña Nieto, nos robaron la vida. Ayúdenos. No queremos que
nuestro dolor quede impune, sólo exigimos que los responsables paguen,
sean criminales o autoridades. Que pare todo esto. Ya basta", firma en
la tercera cuartilla la familia López González, con fecha 9 de febrero
de 2016. La respuesta, no ha llegado, luego de 19 días de haberla
emitido.
"A mi hija la mató la leucemia, a mi hijo, los malosos"
En
tres hojas tamaño carta, en un texto sin justificar, Clarita González,
oriunda de Tezonapa, Veracruz, se dirige al máximo mandatario de México.
Ruega que sus gritos sean leídos. Apenas se reponía de la pérdida de su
hija, a causa de leucemia, cuando presuntos policías estatales
recibieron la orden por medio de un radio transmisor de levantar a su
hijo y a su mejor amigo, Rafael Thiel Vera. "Tráiganse a los dos
catrines y al mugroso déjenlo", sentenció el agresor.
El finado
Egon Abad López González fue dueño del negocio Moto Partes Tornado,
ubicado a un costado de la glorieta Caritas Sonrientes, en la Ciudad de
Tierra Blanca, Veracruz, a unos 300 metros de la Delegación Regional de
la Policía Estatal.
Allí fue el último sitio al que acudieron los
dos jóvenes, antes de ser raptados y posteriormente hallados sin vida en
el Rancho El Tamarindo de Conrado, el municipio de Soledad de Doblado,
Veracruz. Según se estipula en el acta de defunción A 03303370.
"Aquella
vez Egon iba a hacer corte de caja, pues era final de quincena. Mi hijo
viajaba cada mes a Tierra Blanca para hacer cuentas con sus empleados.
Incluso ese día iban a asistir a un concierto de El Komander, cantante
de música regional mexicana, pero ya no les dio tiempo de nada",
comparte la madre en la entrevista y lo detalla en su carta a Enrique
Peña Nieto.
De acuerdo con la versión del empleado, el par de
amigos, recién bajaban de la camioneta Ford Lobo, color blanco, doble
cabina, modelo FT150; Egon López González saludaba a sus empleados,
cuando tres sujetos vestidos y armados como policías estatales entraron
al negocio familiar.
Los hombres de uniforme azul apuntaron a la
sien de los tres presentes, cerraron la cortina de aluminio del lugar y
sintonizaron sus radios transmisores. La orden fue dictada desde afuera.
"Tráiganse a los dos catrines y al mugroso déjenlo" relata el
sobreviviente desde el anonimato, a quien luego de agredirlo físicamente
lo dejaron tirado en el interior del inmueble.
El ahora testigo
corrió a reportar lo sucedido a la familia de Egon González, quienes
buscaron por todos lados, sin obtener resultados favorables. "Ahí fue
cuando tomamos la decisión de esperar, creímos que se trataba de un
secuestro, que pedirían dinero. Además, para qué íbamos a hacer una
denuncia, si nuestro empleado fue claro, los agresores eran los propios
policías".
72 horas después los hallaron muertos
El día 15
de enero, tres días después de la desaparición de los dos jóvenes, la
señora Clarita González recibió la llamada trágica. Eran las 13 horas
aproximadamente. "Señora, encontramos a dos cuerpos. Necesitamos que
venga a reconocerlos al Semefo de Boca del Río".
De acuerdo con
los peritos, el hallazgo lo relacionaron con el caso de los dos jóvenes,
pues en la bolsa derecha del cuerpo inerte de Egon estaba su licencia
de manejo, además los cuerpos se asemejaban con los características
dictadas en la denuncia 1289/2015-II rendida en el ministerio público de
Tierra Blanca.
"Asistimos las dos familias al Semefo. Me dijeron
que a mi hijo lo mataron desde el mismo sábado 12 de diciembre, porque
ya tenía un fuerte grado de descomposición. Cuando lo pasamos a
reconocer, ya no era un humano. Su cuerpo estaba esponjado. A su
compañero lo mataron a golpes, le desbarataron su ojo. Esa gente no
tiene piedad", declara la madre, inconsolable.
"No podíamos
reconocerlo en el estado que estaba, entonces le abrimos la boca, y así
lo comprobamos. Desde chico le decíamos que tenía dientes de serrucho.
Sus dientes eran afilados y estaban separados de una manera muy
peculiar", comparte la madre.
Con base en el acta de defunción de
Egón López González, con número A 03303370, "heridas por proyectil de
arma de fuego penetrantes de cráneo que produjo fracturas y legaciones
del encéfalo".
"Sabemos quiénes se llevaron a los muchachos, son los mismos"
"El
16 de enero de 2016 vi una publicación en El Piñero de la Cuenca, ahí
estaba la foto de cuatro policías detenidos por la desaparición de los
cinco muchachos de Playa Vicente. Nuestro testigo inmediatamente
identificó a dos policías. Se tratan de los mismos".
Con base en
el relato del testigo, dos de los personas que sustrajeron a los dos
jóvenes del inmueble son los ex policías estatales detenidos por la
desaparición forzada de los jóvenes de Playa Vicente. Se tratan de René
Pelayo Vidal y Édgar Omar Ruiz Tecalco.
La madre, Clarita
González, declara que ha solicitado en el Ministerio Público de Tierra
Blanca la declaración del testigo, así como en Soledad de Doblado, donde
aparecieron los cuerpos y en Veracruz donde les fueron entregados. No
obstante, a 41 días del doble asesinato, la investigación sigue sin
requerir la versión del empleado que presenció los hechos.
"En
Veracruz nos dicen que a ellos sólo les corresponde lo del robo de la
camioneta, misma que no ha aparecido. En Soledad de Doblado me mandan a
Veracruz. Y en Tierra Blanca no me hacen caso. Me traen en ese
triángulo. Si nos hubieran hecho caso muchas vidas se hubieran salvado;
pero a nadie le importa" comparte la madre con gestos de impotencia.
Clarita
González, antes de terminar la entrevista, suelta las preguntas que la
fastidian todas las noches, desde el 15 de diciembre de 2015, mismas que
comparte al presidente de la República. Incógnitas que no le devolverán
su funesta pérdida, reconoce; pero que largaran sus fantasmas de la
madrugada:
¿Por qué lo hicieron? ¿Por qué les quitaron la vida?
¿Quién dio la orden? ¿Quiénes andan libres? Aquí ya hay un delito que
perseguir, pues ya mataron a mi hijo. Ahora que se haga justicia. Que
pare todo esto. Ya basta". Firma la familia López González, con
remitente a Enrique Peña Nieto.
PIE: A Egon Abad López González,
de 23 años y del joven Rafael Thiel Vera, de 18 años, según relato de un
testigo, los levantaron dos de los policías que posteriormente fueron
detenidos por el caso Tierra Blanca
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